En 10 Líneas
Por: Pedro Gómez
* No quiero la muerte del que muere... convertíos pues y viviréis.
Por: Pedro Gómez
* No quiero la muerte del que muere... convertíos pues y viviréis.
Hace años escribí sobre este tema. Hoy lo leí en
un libro harto conocido, muy cuestionado, pero siempre útil.
Es como la muerte en
vida... "No quiero la muerte del que muere". Es decir es alguien
vivo, que está muriendo y que morirá definitivamente. Una muerte en otra
muerte.
Están de moda las películas de zombies. Los muertos vivos. La última que vi
era con Brad Pit. Es como si la humanidad mirara al espejo e intentara
denunciar algo que sabe que ocurre pero nadie hace nada. La humanidad considera
la muerte como vida y por ello vive muriendo.
Vivimos rodeados de
muertos que caminan. Seres humanos hundidos en la ira, la depresión, el dolor.
Corrompiéndose para obtener ganancias en dinero, ejercer el poder, permanecer
en el trabajo, seducir a cuantas o cuantos puedan, obrando en violencia para dominar,
vender drogas, apoderarse de tierras y hasta para imponer la ley y hacer su
voluntad a cualquier precio.
Son muertos vivientes
como los de las películas de zómbies, actuando su propia película cuyo final,
no siempre será feliz.
Alguna vez escuché a
Sergio Dávila comentar que en el mundo había 3 tipos de personas: Los vivos
vivos, los vivos muertos y los muertos muertos. Es decir, los que están
conscientes de las equivocaciones que les han hecho daño y luchan diariamente
por ser mejores para cambiar su corazón y se apartan de la guerra, las drogas,
la ira, la violencia, la mentira, el adulterio, el alcoholismo, las
desviaciones sexuales, los celos, el robo, el abuso de poder, el gozo ante el
dolor ajeno y se esfuerzan por llenarse de buenos pensamientos, perdonando a
quienes les hacen daño, siendo fieles, sin ira, alejándose de las drogas.
Mencionar las actitudes
humanas que destruyen y clasificarlas así, es consecuencia del efecto que
provocan en el espíritu del hombre. El que se droga se arrepiente, pero no
para, igual que quien bebe alcohol. Quien tiene sexo por placer y utiliza a
otro ser humano, se arrepiente aunque no se detiene. La ira, violencia y
mentira cuando se presentan quien las practica sabe que está mal pero lo
repite. Y quien ya no siente arrepentimiento ni dolor, es porque su corazón se
ha endurecido y su entendimiento entenebrecido. Ve lo malo como algo natural
engendrando una sociedad de sociópatas, muertos en vida.
De la llenura del
corazón habla la boca, nadie puede dar lo que no tiene, dad y se os dará.
Renovaos por medio de la transformación del entendimiento. Todas son frases
sueltas que no tienen sentido a menos que se practiquen, entonces tendremos un
mundo de vivos, vivos y no muchos medios muertos.
La línea completa de arriba dice así: No quiero la muerte del
que muere, dice Dios, convertíos pues y viviréis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario