COLUMNA

En 10 Líneas

Por: Pedro Gómez

·        Impuestos vs Corrupción

Después de un breve receso regreso a escribir unas líneas.

Entre los temas que me motivan son la reforma impositiva que considera impuestos en las colegiaturas escolares y el alimento a mascotas.

¿Es necesario incrementar impuestos? Teníamos y lo escribo en pasado, más de 10 años en que se consideró a México un milagro, un fenómeno económico. Los vecinos del norte sofrieron una crisis económica mientras México sobrevivió al virus H1N1 y varios desastres naturales.

Hoy en 1 año ya subió la luz y quizá pronto nos vuelvan a aplicar el impuesto por puertas y ventanas que a Santana hizo famoso, aunque más se le recuerda por perder gran parte del territorio nacional.

Ningún impuesto servirá para estabilizar la economía de México, mientras la corrupción prevalezca y crezca. Si para hacer negocios es necesario dar mochada, un diezmo, una aportación para dar y recibir contratos.

Reducir los gastos del aparato público funcionó a costa de los empleados y funcionarios, 10 años sin incremento en mandos medios y altos, pero la corrupción no desapareció.

Corrupción que impacta en la impartición de justicia, en la educación, en los servicios de salud, en la venta de gasolina, en el crecimiento de la inseguridad, el respeto a espacios de tránsito como las ciclovías y el abuso y exceso del sistema de transporte.

Tal vez, si se redujera la corrupción los ingresos de PEMEX alcanzarían para tener en México una de las empresas petroleras más fuertes del planeta, el número de estudiantes y la calidad de la educación aumenaría, porque habría más maestros que dieran clases, (por su asistencia y nula ausencia) las escuelas privadas y públicas tendrían beneficios para estudiantes destacados. La inseguridad se eliminaría, los policías atraparían delincuentes, la población no tendría que autodefenderse y los jueces no soltarían delincuentes ante el menor estímulo.

Corrupción es el nombre del problema de México, eliminarlo sanearía nuestra economía, incrementaría nuestras reservas y nuestra calidad de vida.