En 10 Líneas
Por Pedro Gómez
- Pepe y “La
Gerencia Pública en México”
- 35 años,
Fin de las Oportunidades
- Amor-Odio,
Obediencia-Desobediencia, fin de la vida
La visión del ciudadano-cliente,
entre los dichos y los hechos de las políticas públicas fue el centro de la
conferencia “La gerencia pública en México” dictada por el Consejero Electoral
del Estado de México, exrector de la UAEMEX y exdirector de Ciencias Políticas,
José Martínez Vilchis. Pareciera en ella, que los administradores públicos como
gerentes dirigirán las funciones de los organismos de gobierno, midiendo el
resultado final.
Me llamó la
atención que la asignación de presupuesto federal pueda llegar a estar
condicionada a esquemas de rentabilidad de acuerdo al resultado final de las
políticas. Tal vez debería preverse no descuidar áreas sensibles en donde
aunque no se alcancen las metas a corto plazo, la transformación e impacto
generado por políticas públicas eficaces
impulse mejores condiciones de vida, de salud, de trabajo, de educación.
El tema da para
mucho. Habrá que leer con calma el libro del Dr. Martínez Vilchis.
***
En la percepción
pública, la vida productiva de las personas y las oportunidades de estudio, trabajo
y preparación se reduce conforme la edad crece. Entre 33 y 35 años es
complicado acceder a becas para estudiar un posgrado. Los empleos son difíciles
de obtener y quienes quieren chamba leen anuncios donde hay edad máxima como requisito
para trabajar.
Recuerdo una
ocasión en que una amiga pidió beca para maestría en España, siempre le
preguntaban la edad. Ella estaba en el límite definido por el gobierno y las
instituciones educativas y de investigación para acceder a una beca, quizá
previendo su productividad futura en función del tiempo de vida.
Creo que debe
haber equilibrio. Es cierto que un joven maestro tiene más años por delante
para ejercer su profesión pero no hay que olvidar la experiencia, conocimiento
y estilo que puede imprimir una persona con carácter y trayectorias definidos
de los 33 años en adelante.
***
Lograr detener
la ola de violencia, asesinatos, robos, narcotráfico de México y el mundo no es
tarea fácil, ni rápida. Los habitantes de nuestro planeta después de la
generación del plástico, del amor y paz, de haz el amor y no la guerra,
recibieron una alta cantidad de información exaltando la violencia, el
asesinato, las perversiones sexuales, el desamor. Hoy se admiran a los
Hooligans en Inglaterra por su agresividad, México se lleno de corridos sobre
narcotráfico y delincuentes, de Sudamérica importaban series como el cartel de
los sapos, la familia tuvo que ser redefinida, de extensa ha pasado a ser
minimalista donde el padre no aparece porque la madre manda y viceversa. Es
impresionante ver la educación que la televisión, la prensa, el cine y el radio
dan a la gente, antes cuando alguien hablaba por educación se le escuchaba, hoy
las personas dan la vuelta y se van, la intolerancia manda, tienen mensajes
incompletos de una realidad que no comprenden. Los periódicos que más venden
tienen en sus portadas fotos de descuartizados, violadas o torturados. El
diálogo familiar ha sido superado por el ego personal, hay que triunfar contra
todo y por todo, lo importante es el bienestar personal por encima del dolor
ajeno.
Así la sociedad
y el mundo, sólo tendrán un destino… La
muerte.
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