lunes, 23 de diciembre de 2013

EN 10 lÍNEAS

Por: Pedro Gómez

¿Dios existe? De pequeño apenas entre 7 y 10 años mi Padre me preguntaba eso y le respondía que Dios era algo creado por los hombres para regular su comportamiento moral en el mundo.
Nunca he sabido de donde salió esa respuesta, lo que si sabía es que para mi Dios no era nada.
Pasaron los años, aprendí nuevas cosas, estudie mucho y al observar la naturaleza, los órganos de una célula, la forma en que trabaja el ojo, las nubes, el sol, la armonía del universo y como todo funciona sincronizadamente, me negué a creer en el azar como el origen del universo.
Dios existía, alguien había ordenado todo. ¿Para qué?
Llego la juventud y me volví bohemio, recorrí la Opera, las copas de Don Maca, las poncerinas para curar los excesos, Garibaldi, las cuevas de Acapulco, dormí en las calles, en hoteles, en los montes, lleve serenata incansablemente, vagué por México conociendo los rincones más raros del país y milagrosamente, enmedio de tanto exceso y tanta danza, escuché hablar de Jesús Cristo y le creí.
Al fin tenía un nombre para el creador de la armonía universal, del hombre y del mundo.
Me arrepentí de muchas cosas pero comprendí que sin las experiencias vividas y sin los conocimientos adquiridos no sería el hombre que ahora soy. Para algunos quizá no grato, para otros un buen amigo.
De Cristo aprendí con su ejemplo del amor, del perdón, del arrepentimiento para buenas obras. Aprendí que no soy perfecto, pero tampoco cínico para obligar a las personas a aceptarme como soy.
Mañana cristianos y no cristianos recordarán el nacimiento de Jesús, recordarán que hace poco más de 2013 años camino un hombre sobre la tierra y recibió en su cuerpo latigazos, una corona de espinas, fue perforado con una lanza y de sus labios sólo salió un Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen...
En esta fecha que es para hablar del amor encarnado de Cristo, muchas familias se separan, el número de divorcios que se engendran es el mayor del año, al igual que las muertes por alcoholismo y los actos de violencia.
Las personas no recuerdan a Jesús, toman como pretexto la fecha para emborracharse, echarse a la muchacha que tanto les gustaba, irse de parranda al viaje de fin de año y hacer honor al mentado maratón Guadalupe-Reyes.
Muchos quizá ya no regresen. Familias habrá que tal vez no se perdonen. Algunos jóvenes tendrán cosas para olvidar que deberán cargar toda su vida.
Y me pregunto, ¿Que pensará Dios de ello? Si Dios existe y no es mentira su sacrificio para dar vida al hombre y el perdón de todo lo malo que ha hecho. Que pensará de que en el recuerdo de su nacimiento haya el pretexto más grande para dar rienda suelta las pasiones, al desamor, al odio, a la violencia, a la falta de perdón.
Mañana o al rato, al festejar la Navidad, pensemos la razón del festejo, de la cena, de la esposa amada o esposo amado, del hijo o hija que nos enorgullece, del amigo que siempre escucha y ayuda, del jefe a quien servimos y aun de la persona que no conocemos, pero que nos pide ayuda.
Y amemos, demos lo mejor de nosotros, imitando a Cristo. Demos nuestra vida un día, para tener y dar un mejor mañana.
Feliz Navidad, les deseo... Siempre.

pedro_gomez77@hotmail.com

No hay comentarios: