jueves, 10 de abril de 2014

En 10 Líneas

Y Jesús enseñó como hacer el amor...
Por: Pedro Gómez

·         “Este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí. Porque con su boca dicen cosas que no hacen. Tienen un arrepentimiento sin fruto”

Esas palabras dijo Jesús Cristo a sus discípulos mucho antes de ser entregado para ser crucificado por los mismos que meses atrás lo adoraban y le pedían ser sanados. Los sirvió, les mostró su amor en acción, enseñándolos a amar, aunque no fueran amados, a perdonar sin ser perdonados, a no herir ni matar, aunque a él quisieran matarlo, sanó leprosos,  discapacitados, sordos, cojos, ciegos, mudos, poseídos por demonios. Consoló a los oprimidos del Imperio Romano, a los engañados por sus sacerdotes que les ponían cargas que ni ellos cumplían.
Y llegó Semana Santa una vez más. Un año más en que la humanidad volverá a recordar el sacrificio de Jesús, dejarán de comer carne, aunque seguirán mintiendo, robando, blasfemando, adulterando, matando, drogándose, como si Dios no existiera y no hubiera un juicio para los que persisten en la maldad.
Cuando uno habla de Cristo muchos lo asocian con una religión, pero Jesús no vino a imponer ninguna religión. Vino a dar ejemplo al hombre de cómo hacer las cosas en amor, como vivir en amor, perdonar en amor, restaurar en amor, trabajar por amor, obedecer por amor, hacer política en amor y en consecuencia al amar, dar testimonio de gozo, de paz, de benignidad de bondad de fe, mansedumbre y templanza. Jesús vino a enseñar al hombre a hacer el amor, negándose a si mismo y muriendo por quienes merecen la muerte.
Para México hay incertidumbre mientras escuchamos que nuestra moneda puede llegar a ser considerada divisa, también oímos de redes de prostitución en política y el gobierno, de corrupción entre autoridades y grupos del crimen organizado como los Templarios, los Zetas, La Familia, El Cartel del Golfo, Los Salvatruchas y las autoridades de Michoacán, Tamaulipas, Guerrero, Baja California, Jalisco y el Distrito Federal a grado tal que los ciudadanos han optado por defenderse y poner ejemplo a sus gobiernos.
Escuchamos de despidos injustificados en la Cámara de Diputados, en el Poder Ejecutivo, en las empresas. Los desempleados mayores de 40 años difícilmente encontrarán un trabajo digno y se convertirán en grave problema para el gobierno, que ya carga con la amenaza del sistema de pensiones y que al alargar la edad para pensionarse hace crecer el problema. Tendrá adultos mayores, sin trabajo y sin pensión, para los que la vida no vale nada.
Aun así, a pesar de los problemas olvidaremos dos semanas toda angustia y viviremos la Semana Santa sin recordar realmente a Jesús, quien fue crucificado por hablar de amor, de arrepentimiento, de perdón, de obediencia. Resucitó al tercer día, su madre lo vió, María Magdalena lo vió, sus discípulos lo vieron, Tomás no creyó y a pesar de ello, los amó, partió al cielo y les dijo que regresaría por ellos.
¿Qué pasará cuando Jesucristo vuelva? Y encuentre a la humanidad viviendo igual o peor que cuando se fue…

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